Walter Ruttmann fue el gran pionero de la dirección de arte en Europa. Formado en Bellas Artes, tras la Primera Guerra Mundial abandonó su carrera en las artes plásticas para comenzar a introducirse en el mundo del cine. Además de trabajar como director de arte con numerosos directores alemanes como Fritz Lang, realizó varias contribuciones propias, muy heterogéneas entre sí. Su serie de 4 cortometrajes “Lichtspiel, op. I-IV” es uno de los primeros ejemplos de cine avant-garde y un precioso ejemplo de animación cinematográfica abstracta. Su largometraje documental “Berlín, sinfonía de una gran ciudad” es considerado el mayor ejemplo del género de las “sinfonías urbanas”: piezas cinematográficas a medio camino entre el documental y el poema visual que utilizaban la ciudad como protagonista de una sucesión de cuadros y escenas de fuerte carácter poético y metafórico.