En la víspera de Año Nuevo, la moribunda hermana Edit del Ejército de Salvación tiene un último deseo: hablar con David Holm. David, un borracho, está sentado en un cementerio, hablandole a sus dos compañeros de copas sobre su viejo amigo Georges, que le contó la leyenda de que la última persona que muere cada año tiene que conducir el carruaje de la Muerte y recoger las almas de todos los que mueren al año siguiente. El propio Georges murió la víspera de Año Nuevo del año anterior...

A partir de 1917, hubo un acuerdo entre Selma Lagerlöf y A-B Svenska Biografteatern para adaptar al menos una novela de Lagerlöf al cine cada año. Antes de "La carreta fantasma", Sjöström había realizado tres de estas adaptaciones. Como todas ellas habían tenido lugar en un entorno rural, Sjöström pensó que quería un cambio para la cuarta y propuso la urbana y descarnada Körkarlen. El rodaje tuvo lugar de mayo a julio de 1920 en los recién estrenados estudios Filmstaden de Solna. La escenografía se inspiró en la ciudad del sur de Suecia, Landskrona, que corresponde a lo que Lagerlöf tenía en mente al escribir la novela.

"La carreta fantasma" fue una influencia para el posterior director de cine sueco Ingmar Bergman, que también utilizó la figura de la Muerte en "El séptimo sello", donde el hecho de referirse a ella como un "estricto maestro" es una referencia a La carreta fantasma. Aparece en el libro de referencia cinematográfica "1001 películas que debes ver antes de morir" y la película de terror de Stanley Kubrick de 1980, "El resplandor", presenta varias similitudes temáticas, así como la famosa secuencia en la que Jack Nicholson utiliza un hacha para atravesar una puerta de madera y alcanzar a su esposa e hijo que huyen.

La carreta fantasma" fue una influencia para el posterior director de cine sueco Ingmar Bergman, que también utilizó la figura de la Muerte en "El séptimo sello".

La Banda Sonora

Caspervek estrenó su banda sonora para "Körkarlen" en Poznan (Polonia) en 2015. La partitura fue revisada en 2020 para su reestreno durante el Festival GFFF en 2020, esta vez interpretada por un quinteto (clarinete, violín, trompa, piano, percusión).

La música utiliza muchos de los elementos habituales de Caspervek: uso de electrónica pregrabada, minimalismo, música clásica... Además, incluye varios temas populares suecos y varios fragmentos de música contemporánea que refuerzan los momentos más angustiosos de la película.